
Como les contábamos anteriormente, los hermanos pelean por distintos motivos. Hoy compartiremos algunos consejos para evitar y enfrentar estos conflictos, especialmente cuando se vuelven muy frecuentes o agresivos.
1- Establece límites: Conversa con tus hijos respecto a que es posible tener diferencias pero que esas diferencias no pueden llevarlos a dañarse o agredirse de ninguna forma.
2- Establece consecuencias: Si tus hijos sobrepasan los límites previamente establecidos y se agreden, pon sanciones adecuadas a la falta. Asegúrate de que podrás supervisar el cumplimiento de esto (por ejemplo, no ver televisión, no comprar algún juguete, entre otras consecuencias)
3- Interviene en la pelea si tus hijos se agreden: Sobre todo si se están golpeando.
4- No tomes partido: Escucha los argumentos y explicación de cada uno. Pídeles que junto con esto propongan una solución que les parezca justa. Aquí debes actuar de mediador.
5- Enséñales a negociar y llegar a acuerdos: Siempre, en toda instancia.
6- Genera instancias para compartir en familia en donde los hermanos hagan equipo y trabajen de manera colaborativa: Pueden ser juegos en familia, paseos u otras instancias en que tengan que formar equipo y proponer cosas juntos.
Recuerda que las peleas entre hermanos son una gran oportunidad de aprendizaje y crecimiento y dependerá en gran medida de los adultos el que este vínculo sea positivo.









